“Más vale prevenir que curar”
“Más vale prevenir que curar”, debe ser el propósito de todo odontólogo, y para ello es necesario comenzar a educar desde la infancia. Es fundamental informar a los padres y educadores para que transmitan los hábitos de cuidado de los dientes, así como enseñar una alimentación sana y equilibrada que se traduzca en una buena salud bucodental.
Es importante la periodicidad de las visitas al dentista, donde se establezca ya desde la infancia una relación cordial y de confianza entre el odontólogo y el niño. El niño ha de aprender desde que le salen sus primeros dientes los hábitos de higiene bucodental que ha de practicar a diario.
Con la prevención mejoraremos la higiene, evitaremos la caries, las enfermedades de las encías, las alteraciones de la oclusión dental y la pérdida prematura de dientes que conduzcan al paciente a ser portador en un futuro de prótesis y restauraciones.
Es el Odontólogo la figura principal de la comunidad en la transmisión de hábitos saludables de higiene bucodental y en la realización de revisiones bucodentales que minimicen la incidencia de caries y demás patologías bucales.